sábado, 2 de septiembre de 2017

POESÍA: ¡QUE NO HAS MUERTO! y otros poemas de Francisco Aurelio Dávila Rosso


POESÍA:

Autor: Francisco Aurelio Dávila Rosso
Poeta y Dramaturgo
Foto. Cortesía FADR



¡QUE NO HAS MUERTO! 

Federico, ¡que no has muerto! 
Granada te anda buscando 
de sol a sol, sin consuelo, 
desde hace ochenta y un años 

Federico, ¡que no has muerto! 
que hay quien te lleva en los brazos 
y en lo más hondo del pecho. 

Federico, ¡que no has muerto! 
que aquí siguen los gitanos 
cantando sus sentimientos al más triste de los payos. 

Federico, ¡que no has muerto! 
que Andalucía es retablo 
de tus tesoritos viejos; 
de tus poemas de antaño. 

Que a ti te llevó la luna, 
como a un niño, de la mano, 
sonriéndole frente a frente con los ojitos cerrados. 

La Huerta de San Vicente 
te espera celosa, tanto, 
que por si acaso tú vuelves 
mantiene tu cuarto intacto 

Ignacio Sánchez Mejías 
aun se sigue emocionando 
desde una estrella torera 
que no supo ahogar su llanto. 

¡Ay, Antoñito el Camborio!, 
¡Mariana!; son tantos, tantos, 
que ya se cuentan por miles 
los que te andan esperando 

Federico, ¡que no has muerto! 
Que nunca fuiste pasado 
Sino presente eterno.


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FOLCLORE DE MI ESPERANZA 

Hoy tengo el verso encendido, 
hoy el folclore me llama, 
soy de Andalucía cautivo; 
llevo a Cádiz en el alma. 

De madrugada un suspiro 
de brisa fresca y muy blanca, 
me arranca por ti, un quejido 
¡ay tierra de mis entrañas! 

y al final me hallo perdido, 
en una lucha de razas, 
la del tiempo en el vivo, 
y la que yace enterrada. 

¡Oh tierra del barroquismo! 
¡Oh calles de la esperanza! 
¡Oh puertos de peces vivos! 
¡Oh muertos de alta importancia! 

¿Qué te pasó ? ¿Quién te hizo 
perderte entre musarañas? 
¿Quién te cubrió de pesares, 
de locos con ignorancia ? 

¿Quién dijo hasta aquí, señores? 
¿Quién?, ¿quién?, ¿quién? ¡que lo mataba! 
¿quién ahogó el folclore eterno 
de los Suspiros de España? 

¡Qué no! Que la copla vive, 
y está escondida en las casas, 
detrás de una puertecita 
de problemas atascada. 

Que el sur sigue siendo el Sur 
que aunque aquí no todos cantan, 
existen astros brillantes 
que gimen rallando el alba. 

¡Oh voz! Patricia García, 
el tesorito que guardas, 
solo lo saben las flores, 
y la luna cuando cantas. 

Oh Huelva de Marta Gómez, 
que tienes en ti la sabia; 
melodías de mil colores 
que van meciendo las barcas. 

¡Ay copla, flamenco y baile! 
¡Ay vino de la crianza! 
aun levantan las pasiones 
que antaño ya despertaban. 

Se ve un nuevo amanecer, 
Al fin vencerá una raza, 
por vieja y por talentosa; 
por su misteriosa magia. 

Alba Gallardo en El Puerto, 
Laura Gallego ¡que estampa! 
¡que arte a raudales en sus cuerpos! 
¡qué coraje en las gargantas ! 

¡Que quiero escribir piropos, 
lamentos ; versos de raza, 
con aire andaluz muy nuestro, 
ese que un día enterraran! 


¡Qué aquí está! ¡Que no se ha muerto! 
¡que esta vela no se apaga ! 
qué el que es andaluz del verso, 
nunca mas podrá evitarla. 

Qué el verso me pide coplas, 
Fandangos y Sevillanas, 
siendo siempre Andalucía 
el centro de mis temáticas. 

¡Que veo estrellas brillar 
y me contagio de palmas! 
¡Que aunque es raro en este siglo, 
tengo en la copla esperanzas! 

¡Que entrego mi devoción, 
mi ser, mi manos, mi calma 
al blanco frío del papel 
hasta que el sol me lo aparta! 

Hoy pienso dormir tranquilo, 
de que mi alma no se parta 
porque el flamenco está vivo 
y la Copla asegurada. 

¡Viva el folclore encendido, 
que por las noches me abraza!

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Y SE ME MURIÓ EN LAS MANOS. 

Yo conocí una rosa que se me murió en las manos. 

Rojo carmín sus colores. 
Bello perfume en su tallo.
Yo mire y quise tocarla,
quise ponerla en mis labios
y nombrarla capitana
de los amores de mayo.

Yo conocí una rosa
que se me murió en las manos.

Era una noche de estrellas
primavera de aquel año,
cuando ella a mi me sedujo
con danzas de grito amargo.

¡Ay que bella era la rosa,! 
¡Ay, que sigo suspirando! 
¡Ay que pena de colores! 
¡Ay que recuerdos de antaño!

Ay Rosa tu cinturita, 
a la que yo llamo tallo, 
quise, muy fuerte, partirla 
por si contuviese algo

Ya eres nada, ya no vives, 
La luna te abrió sus brazos, 
y yo te empuje con ella, 
cuando te arranqué de cuajo.

Ay que dolor tremebundo 

Que yo conocí una rosa 
y se me murió en las manos .

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Sobre el poeta...

Francisco Aurelio Dávila Rosso; poeta y dramaturgo de El Puerto de Santa Maria. 

Estudió en el famoso colegio de los jesuitas Safa San Luís Gonzaga, donde también estudiaron destacadas figuras de la literatura española como Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, Rafael de León, Fernando Villalon o Pedro Muñoz Seca.

Estudiante de Filología Hispánica y autor del libro "Poeta y Andaluz" 

Presidente fundador del Centro Artístico Portuense San Luís Gonzaga y colaborador habitual de los medios de comunicación como Diario de Cádiz, El Puerto Actualidad, Mira Comunicación y Viva El Puerto, así como de la emisora municipal portuense Radio Puerto. 

En mayo de 2017 obtuvo el Segundo Premio del I Concurso de poesía Concejalia de Juventud.




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